En la línea de nuestro objetivo de abrir nuevas rutas turísticas temáticas en la región de Murcia, mañana estrenamos nuestra nueva creación sobre el escultor Francisco Salzillo y Alcaraz (1707-1783), nacido, criado y fallecido en Murcia en el siglo XVIII, convirtiéndose en uno de los mejores escultores españoles del Barroco y en una de las marcas de identidad de la ciudad de Murcia.
La ruta se hará con un grupo privado y cerrado a modo de experiencia piloto para, tras esta primera vez, mejorar en lo posible y poder ofrecer este servicio de forma estable a todos aquellos interesados en conocer en profundidad la figura de este genial escultor.
Todos conocen o, al menos, han oído hablar del Salzillo artista, pero, ¿Y Salzillo hombre?, Ese hijo mayor varón de 7 hermanos, hijo de un emigrante napolitano que en busca de fortuna y trabajo como escultor se instaló en Murcia a finales del siglo XVIII y que tuvo que dejar los estudios para mantener la familia (madre y hermanos) tras la muerte de su padre, siguiendo su trabajo en el campo de la escultura, ese hombre culto y devoto, cofrade, familiar del Santo Oficio, de firme y riguroso carácter religioso que vio como una de sus hermanas dejó su casa pues no soportaba tanta rectitud, o como sus dos primeros hijos morían prematuramente…
Realmente, no hace tanto que Salzillo nos dejó (233 años), su estela no está tan lejos, por lo que podemos aventurarnos a reconstruir como era la vida de este murciano en la ciudad de su época, donde trabajaba y vivía, con quien se relacionaba, que lugares frecuentaba, que comía, como vestía, donde fue bautizado, contrajo matrimonio o fue sepultado, que dejó en su testamento y quienes fueron sus herederos, etc…así que esta ruta va más allá de glosar su figura como artista; transitaremos aquellos lugares por los que no hace tanto Salzillo paseaba, imbuidos del ambiente murciano ilustrado de la época intentaremos deconstruir al hombre, cuya experiencia vital sirvió de soporte a un artista de inalcanzable parangón en estas tierras y que dejó marcado al imaginario colectivo de Murcia para siempre, creando imágenes que pronto fueron objeto de grandes devociones, historias y leyendas que, transmitidas oralmente por generaciones, han llegado a nuestros días casi en su versión original. Obviamente, por todo esto, no podemos dejar de lado su obra,tanto dentro como fuera de la cofradía de Jesús, pero esta obra escultórica no será el motivo principal de nuestra visita, sino el soporte ineludible para presentar al murciano Francisco Salzillo y su vida, llena de momentos, curiosidades y anécdotas que nos servirán para presentar una faceta distinta del escultor, del hombre, del murciano.
Apoyados en las biogafías de Diego Antonio Rejón de Silva, Luis Santiago Bado, Ceán Bermúdez y José Sanchez Moreno, entre otras, nos permitimos deconstruir a Salzillo para todos vosotros y presentaros su aspecto más humano y hacer, para este murciano universal, un homenaje más en el contexto de ese amor eterno que un día escultor y ciudad se juraron, amor que cada Viernes Santo se materializa en las calles de Murcia durante la procesión de la cofradía de Jesús.